Esta obra de la autora Isabel Allende muestra una realidad bastante cruda sobre como era el trato hacia las mujeres durante un período histórico más que importante para el mundo. La conquista del continente americano por parte de Europa, las maneras en las que muchas mujeres eran abandonadas por sus esposos que se embarcaban a las nuevas tierras, y como se puede rebelar ante una ideología establecida.
El amor desempeña un papel fundamental en esta obra. Le pone paños fríos a los crueles, y violentos acontecimientos que se dieron en esta época. La realidad puede ser cruda y la ficción de Isabel Allende así lo refleja. La protagonista del libro es una joven humilde llamada Inés Suarez. Ella se dedicaba a la costura, pero no terminaba de aceptar su vida sin emociones, por lo que anhelaba toparse con aventuras y riesgos, que le den más incentivo a su existencia.
Es así que la joven decide subirse a un barco para partir hacia el nuevo continente, en principio para buscara su marido quien se había ido a América en uno de los viajes de la conquista, pero luego sus planes dan un giro de 180 grados y cambian de rumbo. Es que una vez que desembarca en las nuevas tierras Inés no logra encontrar a su marido, en contrario encuentra a otro amor. Pedro De Valdivia, con quien no solo vivirá un apasionado romance, sino también afrontará los riesgos y las amenazas de la conquista y la fundación del reino de Chile.
La figura de la mujer tiene un rol principal en la historia. Esto está más que claro en uno de los fragmentos de la obra de Allende: «Supongo que pondrán estatuas de mi persona en las plazas, y habrá calles y ciudades con mi nombre, como las habrá de Pedro De Valdivia y otros conquistadores, pero de cientos de esforzadas mujeres que fundaron los pueblos, mientras sus hombres peleaban, serán olvidadas».
