Es habitual que los ciudadanos de la mayoría de los países no entendamos algunas decisiones políticas, sociales, económicas del Gobierno de turno. Y esas inquietudes quedarán para siempre, porque rara vez tendemos la posibilidad de dialogar personalmente con el presidente o máximo mandatario de turno. Pero, en otros casos, tenemos la posibilidad de conocer el pensamiento y el por qué de algunas decisiones por alguna otra vía. Esta vía alternativa a la que hacemos referencia son los libros.
Son muchos los ex mandatarios o personajes importantes que dejan su punto de vista sobre un sinfín de temas plasmados en un libro. Y este es el caso de José maría Aznar. Con su libro “Ocho años de Gobierno, una visión personal de España”, podremos descubrir algunas facetas ocultas suyas, que nos permitirán vislumbrar el por qué de algunas decisiones. Pero, por supuesto, no esperemos encontrar una mención certera sobre la precipitada derrota del PP en las últimas elecciones en las que participó Aznar en marzo del 2004, ni algún vestigio de autocrítica sobre las políticas llevadas a cabo por su mandato.
Lo único que se puede llamar autocrítica es una breve mención que hizo José María Aznar en la presentación de dicho libro, por lo que ni siquiera está plasmado en estas páginas. Allí, echó culpas al Gobierno por centrar su lucha contra el terrorismo de ETA, dejando de lado el fundamentalista, decisión errónea, que terminó en el trágico 11 de marzo.
El libro no ofrece grandes referencias puntuales sobre los temas que han generado mucha discordia y, sobre todo, críticas, respecto a su gestión. Pero sí resalta la figura del Papa como un líder ideal. Además, deja otras breves consideraciones, muestras de un autoritarismo camuflado de muy mala manera. Lástima que ocho años de Gobierno no sirvieron a Aznar para escribir un libro mucho más profundo.
